“Ya no vivimos en guerra”

«Antes de trabajar con Carlos, sentía que mi relación era una batalla constante. Discutíamos por todo: desde cosas pequeñas hasta temas importantes. Había días en los que ni siquiera quería llegar a casa y quedarme en el despacho, porque sabía que algo iba a estallar. Yo amaba a mi pareja, pero estaba agotada emocionalmente, y me sentía incomprendida, sola y en modo defensa todo el tiempo.

Decidí trabajar con Carlos porque una amiga me habló de él y me dijo algo que me tocó: “No tienes que rendirte, pero sí necesitas aprender a hacerlo diferente”. Lo contacté casi sin fe, pero con ganas de intentarlo una última vez.

Hoy, después de las sesiones, siento que vivimos en paz. Aprendí a comunicarme sin atacar, a dejar de reaccionar desde el dolor, y a realmente entender qué me pasaba a mí y cómo eso afectaba la relación. Ya no discutimos a diario, y cuando lo hacemos, es con respeto, sin gritos ni culpas. Nuestra relación ha cambiado profundamente.

Recomendaría trabajar con Carlos porque no te da fórmulas mágicas, te acompaña a sanar lo que realmente te impide amar y ser amada con tranquilidad. Gracias a él, recuperé mi relación… pero sobre todo, me recuperé a mí misma».

Mariana G., 38 años – Abogada